Un correcto thriller de ciencia ficción que, no obstante, deja una sensación de déjà vu
El arranque de la película es apocalíptico. Nos encontramos en el año 2174, la Tierra se enfrenta a un reto casi insalvable: sus recursos naturales se están agotando y no pueden mantener a la gran superpoblación que habita en el planeta. Como posible solución, 60.000 elegidos son enviados en una gran nave (llamada Eliseo) a un planeta desconocido, Tanis, cuyas condiciones ambientales son similares a la TierraDurante este largo viaje, los pasajeros permanecen hibernados. Pero cuando despierta Bower, uno de los tripulantes de la nave, se da cuenta de que algo anda malUna serie de pruebas le hacen sospechar que algunos de sus compañeros de viaje pueden estar aquejados de Pandorum, una especie de locura que sufren los viajeros del espacio
Bien resuelta en suspense y tensión, Pandorum transcurre en una atmósfera tan agobiante como oscura lo que favorece los sustos gratuitos que hacen saltar al espectador del asiento. Los seguidores de la ciencia ficción con toque de terror pronto encontrarán elementos comunes con Alien (y posteriores secuelas) o Resident Evil. Nada extraño si reparan que detrás de este largometraje se encuentra como coproductor el británico Paul W.S. Anderson, responsable de películas de género como Alien vs, predator o la anteriormente mencionada Resident Evil... Si nos ponemos serios, Pandorum aborda, aunque sea de forma superficial, los problemas que se derivan cuando el hombre pretende convertirse en Dios
Por cierto, aunque de cara a la taquilla se ha colocado como protagonista a Dennis Quaid, el que lleva el peso de la película y demuestra su forma física en escenas de acción es el mucho menos conocido Ben Foster, visto últimamente en películas como El tren de las 3,10 o The Messenger
Para: Los que sean aficionados al género de ciencia ficción