Si eres cristiano eres semita y un antisemita no puede ser cristiano. Juan Pablo II protegió a judíos perseguidos por los nazis y acabó llamándoles nuestros hermanos mayores en la fe. Benedicto XVI, alemán, prefería la expresión "Nuestros padres en la fé". Su Santidad, Francisco, recuerda el viejo dicho hebreo: hay judíos sefardíes, judíos askenazíes… y luego están los judíos argentinos, que forman grupo aparte. Bueno, pues el nuevo Papa Francisco (en la imagen) no es judío pero es argentino. Y es, como yo, projudío, lo cual no significa ser pro-sionista.
El hebraísmo cree en el verdadero Dios, en aquel que dijo "Yo soy el que soy", mientras el sionismo, de tendencia panteísta, sólo cree en el Estado de Israel, algo en lo que servidor no confía por la misma razón que no confío en el Ejecutivo Rajoy, al menos como redentor de mi alma (y como otras muchas cosas, tampoco).
Un Papa que se acerca a los judíos se está acercando también a Cristo, que fue judío. Y sólo puedo aplaudir por ello al Papa Francisco. De hecho, creo que lo único que sobra en su currículo es el B'nai B'rith (Hijos de la Alianza) por ser una asociación no judía, sino sionista, no religiosa sino política, amén de pelín masona. Como la Liga antidifamación, que a la Alianza reporta. Esta secta se ha distinguido por sus ataques a la Iglesia pero, sobre todo, por su ateísmo latente. Y a partir de ahí poco se puede hacer, ¿verdad
Ahora bien, me parece estupendo la presencia del Gran Rabino de Israel en la misa de aceptación del Pontificado, eucaristía de inicio del ministerio de Su Santidad, Francisco. A lo mejor este es el momento en el que el maravilloso pueblo judío vuelve al redil, algo que Leonardo Castellani esperaba para cuando se produjera la apostasía general y el juicio de las naciones.
Pero sí, supongo que es bueno distinguir entre hebreos y sionistas. Y lo que sí tengo claro es que un católico que acusa al nuevo Papa de pro-judío es tonto de baba.
Eulogio López
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