- Y, por el momento, tampoco tocará las cuotas sociales.
- Además, propiciará el deseo de la patronal de congelar de todo tipo de sueldos.
- Los sindicatos filtran la noticia pero no elevan la voz.
- El Gobierno Popular renuncia así a elevar el consumo y acrecienta la brecha salarial.
- Y encima propicia la economía sumergida y la chapuza.
- El PP va a por el ajuste, no a por la expansión económica.
El Gobierno ha decidido congelar el salario mínimo interprofesional (SMI) español en los 641 euros brutos mensuales por catorce pagas (748 por doce) y por ocho horas de trabajo. Lo mismo hizo el Gobierno Zapatero los dos últimos años, y ya serán tres años de estancamiento de lo que supone uno de los salarios mínimos más mínimos de los países de nuestro entorno.
No sólo eso, el Gobierno, en sus primeros compases de política económica, y en vísperas de aprobar el paquete de medidas económicas anunciado por Mariano Rajoy (viernes 30), deja claro que su objetivo son los recortes, no la expansión económica. Y es que el consumo privado constituye uno de los mayores problemas del país, elemento del PIB que menos crece y que imposibilita, junto a la inversión decreciente, la principal barrera para crear empleo.
La noticia fue filtrada por los sindicatos tras la reunión mantenida con la ministra de Trabajo, Fátima Báñez. Filtraron sí, pero no han protestado, lo cual resulta significativo y deja a la patronal CEO vía libre para su segunda reclamación: los empresarios apuestan por la congelación total de todo tipo de salarios y retribuciones.
No sólo el consumo va a sufrir sino que también aumentará la economía sumergida. Y esto porque con 641 euros brutos al mes no hay quien viva, mucho menos una familia, mucho menos una familia numerosa.
Además, la distribución salarial no alcanza el mínimo exigido por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) de que el salario mínimo suponga al menos un 60% del salario medio. En España no alcanza el 40%.
En resumen, el Gobierno Popular no sólo renuncia a reactivar el consumo sino también a cerrar la brecha salarial.
Pero con ello, además, está propiciando más economía sumergida y que el país se convierta en el reino de la chapuza, o complemento en negro para llegar a fin de mes.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com