Hace unos días Benedicto XVI advertía de que a los europeos les falta una "fuerza que los motive, capaz de inducir a las personas y a los grupos sociales a renuncias y sacrificios".
En otras palabras: los europeos sabemos qué debemos hacer para que Europa salga de la crisis, pero somos incapaces de vivir de modo acorde.
De ahí la importancia de esa nueva evangelización que promueve el Papa. Se necesitan comunidades de convicciones firmes, capaces de construir sobre roca firme y de mirar al futuro con esperanza. Como en otras épocas de la historia a los europeos nos va en ello el futuro.
Jesús D Mez Madrid