Es evidente que los drásticos recortes adoptados en los presupuestos están provocando un creciente malestar en los sectores sociales afectados.
Lo que hace falta es explicar las razones de estos sacrificios para contribuir al sosiego social y no echar gasolina al ya caliente clima social, sin aportar alternativas realistas a una crisis que tiene entre otras raíces el despilfarro de los gobiernos de las dos legislaturas anteriores.
Los sindicatos deberían jugar un importante papel de cohesión social, defensa de los más débiles y propuestas realistas de colaboración para que vuelva pronto el crecimiento que hace posible un sistema de bienestar.
Por el contrario parecen prisioneros de mitos ideológicos y dependencias partidistas que terminarán por desacreditarlos más aún.
Jesús D Mez Madrid