En la multinacional alemana no están descontentos con el hombre que salvó los contratos de la multinacional de bienes de equipo en España, un país que siempre ha tratado mejor que bien a las tres divisiones de Siemens: industria, transporte y sanidad. Y eso a pesar de la refundación de Siemens, que consiste en convertir a la multinacional campeona de los sobornos en todo el mundo en una empresa respetable, tarea aún inconclusa. No sólo eso, sino que ha aplicado los eres y cerrado factorías, sin que por eso el Estado español le recortara contratos. Además, ha conseguido un cuasi-monopolio en la fabricación de trenes de alta velocidad. Desde luego, a Siemens le merece la pena mantener un español al frente de su filial española.
Pero ocurre que Francisco Belil Creixell cumple 63 años en mayo, por lo que ya entró con una edad que supera lo habitual en Alemania para puestos ejecutivos: 60 años.
Además, a finales del presente año vence su actual contrato por lo que ya se le ha buscado sucesor. El que cuenta con más posibilidades es Pascual Dedios, responsable de la División de Productos y Sistemas Industriales.