• Mientras Feijóo pide discriminación positiva para las comunidades que cumplan con el déficit, y Monago que se castigue a quienes lo incumplan.
  • Soraya Sáenz de Santamaría afirma que la decisión sobre el reparto del déficit se hará sobre "criterios aritmeticos" y que "el Gobierno hará valer su mayoría en el Consejo para imponerlos".
  • La situación es tan grave que la vicepresidenta alaba a su rival político, el PSOE, por su actitud "constructiva" y deja en mal lugar a los suyos.
  • Rajoy también se puso brabucón con los suyos e insta a los miembros de su partido a lavar los trapos sucios en casa: "Las discusiones públicas no son últiles".
  • Feijóo, Ignacio González y Monago, cada vez más levantiscos frente a Montoro ante un posible relajamiento fiscal para Cataluña o Andalucía.

La secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal (en la imagen), presidenta de Castilla-La Mancha, ha dado un toque a los barones del PP, en abierta rebelión ante un posible reparto del déficit que podría beneficiar a regiones como Cataluña.

En la sesión de apertura de la XIX Interparlamentaria que el PP celebra en Salamanca con diputados y senadores del partido de toda España, se ha mostrado contundente: "Podemos hablar de muchas cosas y tener opiniones diversas en España, pero no es negociable la recuperación económica de nuestro país y apoyar al Gobierno para que saque a España adelante. Eso no es negociable". Ha dicho que es el momento de "estar todos juntos".

Sus declaraciones están en la línea con la actitud de Soraya Sáenz de Santamaría, que en rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros celebrada este viernes, al ser preguntada en varias ocasiones sobre el déficit asimétrico que planea implantar el Gobierno, ha señalado que el reparto se hará "sobre criterios aritméticos" y el Gobierno "después de que el Consejo de Política Fiscal hable", hará valer su mayoría en el Consejo para imponerlo. Incluso ha agradecido al PSOE su actitud "constructiva" en este asunto, una forma no muy elegante de desmerecer a sus propios correligionarios.

También ha remitido a las declaraciones del propio presidente de Gobierno, quien en la mañana del jueves advertía a los presidentes regionales en rebelión que "las discusiones públicas no son útiles", una forma muy elegante de decir que hay que lavar los trapos sucios en casa. "Este no es el tema importante que tiene la economía española", afirmaba Rajoy, quien incidía en que el asunto ha de resolverse con una "cosa (sic) sensata, razonable y equilibrada", mientras también apelaba a la "generosidad y sentido común" de los dirigentes autonómicos.  

El sentido común de los dirigente autonómicos va por otros derroteros. Muchos son los que han alzado sus voces contra lo que consideran una soberana injusticia. El presidente de la Xunta, Alberto Nuñez Feijóo fue quien primero alzó la voz esta semana: "Generosidad para las comunidades autónomas que no cumplen, sí, pero lógicamente también discriminación positiva para aquellas que estamos cumpliendo y que seguimos cumpliendo, y Galicia ha cumplido, está cumpliendo y seguirá cumpliendo".

El presidente de la Comunidad de Extremadura, José Antonio Monago, no sólo dijo hace unos días que Catalunya es insaciable y ni cumple ahora ni va a cumplir el déficit.  Este viernes, en un acto celebrado en Cantabria ha afirmado que el PP no es una secta y que él opina "en defensa de los intereses de mi comunidad y lo que opino que es mejor para los intereses de España".

Por si esto fuera poco, el coordinador general de la Presidencia y Relaciones Institucionales de la Junta, Juan Parejo, ha afirmado, también este viernes, que de los 1.235 millones de déficit generado por las CCAA en el primer trimestre, 772 millones corresponden a Cataluña y Andalucía, un dato que evidencia  que "las incumplidoras van camino de seguir incumpliendo... Esto es lo que traerá consigo si no se castiga a las CCAA incumplidoras".

Extremadura está cumpliendo con un superávit de 0,5 por ciento en el primer trimestre del año, pero no debe olvidarse de la ayuda extra que tuvo con los 230 millones procedentes de la tasa bancaria impuesta por Rodríguez Ibarra.

No es el caso de Castilla y León y Cantabria, ni tampoco de Madrid o Aragón, pero todas estas Comunidades Autónomas son de la misma opinión que el portavoz de la Junta de Castilla y León. José Antonio de Santiago-Juárez ha criticado a Montoro por reunirse "primero con los díscolos" -alusión a su encuentro con el conseller de Economía de la Generalitat de Cataluña, Andreu Mas-Colell- "para pacificar", y  después "nos pida solidaridad al resto". Es decir, "que castigue a los que han cumplido y premie a los díscolos". Y añadió que "no estamos dispuestos a que un ciudadano de Castilla y León tenga que pagar la televisión pública catalana, sus delirios independentistas, la política autonómica o las embajadas catalanas". La situación es insostenible en el seno del PP.

Sara Olivo
sara@hispanidad.com