La sentencia distingue entre libertad de prensa y libertad de expresión. Este es el error. La libertad de prensa no es más que una parte de la libertad de expresión, la que se realiza en un medio masivo entre un emisor y muchos receptores (de ahí el insultante nombre de masivo).

 

Nunca me han gustado las leyes de prensa, supuestamente promulgadas para defender la libertad de prensa, por tres razones:

1. Defienden al editor, no al redactor, a la empresa, no a la persona, a la institución no al individuo.

2. Son pura burocracia. La libertad  precisa de plasmación legal cuando está amenazada o arrinconada.

3. Por lo antedicho: confunden libertad de prensa y de expresión. Así, o bien marginan a los receptores o se encargan de limitar a los emisores, con la excusa pedante de que, por tratarse de medios masivos la responsabilidad también lo es.

Con la llegada de Internet y el periodismo ciudadano, tan denostado por PRISA, en cuya nómina se encuentran los dos condenados, se confunden libertad de expresión y libertad de prensa, en esa maravilla anti-oligopolio informativo conocida como el periodismo ciudadano de Internet, esa novedad histórica que nos ha quitado a los periodistas el monopolio del periodismo.

Ahora bien, la SER es ahora víctima de la teoría que ella misma defiende. La a mi juicio injustísima sentencia sobre el director de la cadena Daniel Anido y el redactor de informativos, Rodolfo Irago, pone el dedo en la llaga en esa separación abstrusa entre libertad de expresión y de prensa pero sólo para concluir en sentido opuesto al que aconseja el sentido común: Internet (al artículo que les ha valido condena de cárcel fue publicada en la WEB de la SER no es estrictamente -dice el juez- un medio comunicación social, sino universal. Tiene toda la razón su Señoría: Internet es un paraíso de la libertad que acaba con el oligopolio de los Señores de la Prensa aliados siempre a los poderes políticos y económicos. Es, ciertamente, universal.

Precisamente, la vergonzosa tesis del consejero delegado de PRISA, Juan Luis Cebrián, ha sido la que ahora crítica El País cuando ha convertido a sus hombres de la SER en víctimas: que los de Internet (salvo las ediciones digitales de los multimedia, naturalmente), el periodismo independiente surgido en la WWW no es periodismo. 

Ahora bien, también resbala el juez cuando esa misma premisa -la de que Internet no es un medio periodístico al uso sino un medio universal- le lleva a concluir que, puesto que Internet no es un medio periodístico, sale del amparo del artículo 20 de la Constitución. Grandiosa chorrada. En lugar de tutelar el derecho de todos, periodistas y lectores, a difundir información, lo que hace es relegar ese derecho de emisión a los periodistas y luego asegurar que los periodistas que utilizamos la red como soporte, no somos periodistas. Su Señoría tiene una visión amplísima de las cosas.

En cualquier caso, esperemos que otro juez enmiende el error y que Anido e Irago puedan seguir denunciando abusos, en este caso del Partido Popular, por cualquier medio informativo, sea radiofónico o internetero. Odio muchas cosas que dice PRISA pero habrá que defender su derecho a decirlo. En este caso, estoy con la SER.

Por cierto, más grave, más injusta es la sentencia contra el juez Fernando Ferrín. Condena aplaudida por PRISA. Pero ésa es otra historia.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com