Los datos sobre natalidad aparecidos hace unos días han pasado bastante desapercibidos, tal vez acuciados por los mil problemas que se acumulan en la agenda política, apenas se presta atención a una grave amenaza que se cierne sobre nuestro futuro: el dramático descenso de la natalidad y el paralelo envejecimiento de la población.
En España nos encontramos, desde hace años, con una llamativa ausencia de políticas de protección de la familia como palanca del desarrollo futuro. La tasa de natalidad en nuestro país es una de las más bajas de toda Europa, mientras decrece la población por el retorno de inmigrantes sin trabajo.
La perspectiva es que, en un plazo de cuarenta años, España habrá perdido más de seis millones de habitantes al tiempo que el número de pensionistas será igual que el de personas empleadas, lo que hará inviable cualquier sistema de seguridad social, incluida la atención sanitaria.
J. M.