Al parecer, el presidente de RENFE, José Salgueiro, era hombre de confianza de la ministra Magdalena Álvarez... y de nadie más. El nuevo ministro, Pepiño Blanco, nada quiere saber de él y prepara su sucesión, aunque los socialistas andaluces insisten en que se mantenga en el cargo.
Entre los candidatos, figura la delegada del Gobierno en Madrid, Soledad Mestre, una chica del partido capaz de politizar cualquier cargo que se le asigne, y el presidente saliente de la Xunta de Galicia, Emilio Pérez Touriño, para que haga un AVE hasta Galicia, una de las promesas de Pepiño y trampolín para recuperar el poder en su tierra.