Tras contemplar este Perfecto amor equivocado, una se plantea cómo las instituciones culturales de nuestro país pueden dilapidar el dinero en producciones de este tipo. La película de Chijona, según él, es una crítica a la hipocresía, la falsedad del mundo, la doble moral… Nada más lejos de la realidad. Lo que se vende como el nuevo cine cubano, más liberal, es, argumentalmente, una comedia casposa que recuerda el cine de destape realizado en la transición española.
El pueblo cubano, eterno sufridor de problemas sociales, políticos y económicos, no se merece un cine que sólo hace alarde de "la sangre caliente latina" de sus ciudadanos.