- Al Shabaab, grupo terrorista que tiene vínculos con Al Qaeda, se ha comprometido a eliminar a los cristianos de Somalia.
- Los obispos de la República Centroafricana: "El celo y la determinación con la que los elementos de Seleka han profanado los lugares de culto cristianos y han saqueado de forma selectiva la riqueza de los cristianos, han sacudido los cimientos de nuestra cohesión social".
Hassan Hurshe, de 28 años de edad, se había convertido al cristianismo tras estar en Kenia, regresó a Somalia, su país de origen, en 2010. Miembros de Al Shabaab, el grupo militar islamista que opera en Somalia, le arrastraron hasta un lugar público en la ciudad de Jilib, donde le dispararon en la cabeza, informa Protestante Digital.
Según un testigo «muchas personas vieron esta acción horrible, incluidos mujeres y niños». Según un líder de la iglesia subterránea en Somalia, Hurshe se había convertido en 2006. En 2008 se había casado y tuvo un hijo en 2009. La familia se trasladó a Jilib en 2010. Se trata de una ciudad de unos 45.000 habitantes en la región de Juba, donde abrió una tienda de alimentos. Los somalíes son considerados musulmanes por nacimiento, y la apostasía, o dejar el Islam, se castiga con la muerte. Después de la ejecución, los padres de Hurshe, su viuda y su hijo huyeron de la zona.
En Somalia, Al Shabaab continúa siendo fuerte en muchos lugares. El grupo terrorista, que tiene vínculos con Al Qaeda, se ha comprometido a eliminar a los cristianos de Somalia. Es por eso que muchos cristianos se reúnen en secreto, intentando evitar la persecución de este grupo.
Durante los últimos meses se han seguido produciendo asesinatos de cristianos en las zonas controladas por Al Shabaab. En febrero dos hombres enmascarados mataron a Ahmed Ali Kimale, de 42 años de edad, un cristiano de la aldea de Alanley.
El 8 de diciembre de 2012 en Beledweyne, 332 kilómetros al norte de Mogadiscio, un grupo de hombres armados mataron a un cristiano que había estado recibiendo amenazas de muerte por dejar el islam. Mursal Isse Siad, de 55 años, fue abatido por disparos frente a su casa.
En la ciudad costera de Barawa el 16 de noviembre de 2012, militantes de Al Shabaab mataron a un cristiano después de acusarlo de ser un espía y dejar el islam. Los extremistas decapitaron a Farhan Haji Mose, de 25 años de edad, después de supervisar sus movimientos durante seis meses.
Por otra parte, en la República Centroafricana, los obispos han dicho que "la rebelión encabezada por la coalición Seleka ha sacudido los cimientos de la unidad nacional. Los centroafricanos viven en el miedo y la desconfianza", según un mensaje enviado al Presidente de la Transición, Michel Djotodia, publica la agencia Fides. Seleka es una organización terrorita yihadista.
"Fieles a la misión de la Iglesia de anunciar a Cristo y dar voz a los sin voz", dice el mensaje, los obispos dibujan un panorama alarmante de la situación de la nación. En el plano social "aún no se han terminado de contar las pérdidas de vidas humanas, y las violaciones, saqueos, incendios de aldeas, destrucción de los campos, el saqueo de viviendas particulares, las familias desposeídas ilegalmente de sus casas ocupadas por la fuerza por un hombre fuerte o por una banda armada. El tejido social está completamente desgarrado". Lo mismo se puede decir del plano económico con las principales fuentes de sustento de la nación saqueadas y destruidas, incluida la minería de oro y diamantes y la misma fauna silvestre (caza salvaje de elefantes y otras especies protegidas por bandas de cazadores furtivos) y de la flora (tala indiscriminada de árboles valiosos).
Los obispos también denuncian que Seleka ha creado una administración paralela cuya recaudación de impuestos beneficia sólo a los que la controlan. A esto se suma la destrucción sistemática de los archivos y la persecución de los funcionarios públicos. "¿Qué hay detrás de este deseo de destrucción y aniquilación de la memoria nacional", se pregunta en el mensaje. "Estos actos ponen en peligro la existencia misma de la nación".
En términos de seguridad, los obispos denuncian la difusión incontrolada de armas y la fuerte presencia entre las filas de Seleka de mercenarios extranjeros "que exigen ser pagados", y que saquean sistemáticamente a la población.
Pero es sobre todo en lo religioso, "que el celo y la determinación con la que los elementos de Seleka han profanado los lugares de culto cristianos y han saqueado de forma selectiva la riqueza de los cristianos, han sacudido los cimientos de nuestra cohesión social", afirma el mensaje que denuncia "que estas actitudes puede responder a una agenda oculta como ciertos elementos hacen presagiar".
Urge rezar por los cristianos perseguidos por su sola fe en Cristo.
José Ángel Gutiérrez
joseangel@hispanidad.com