Sr. Director:
El descubrimiento ha tenido lugar en Australia, donde un ser humano que nació hombre pensó que no se sentía cómodo dentro de su cuerpo.

 

Se cambió de sexo y resultó que tampoco estaba satisfecho Así que se ha proclamado neutro. Las autoridades australianas ya lo reconocen en sus documentos. Así que ya tenemos: homosexuales, bisexuales, heterosexuales, transexuales, travestis con todas sus posibles combinaciones y además sexo neutro.

En España, cuna de frikilandia, rápidamente han reclamado la paternidad del asunto y la presidenta de la Asociación de Identidad de Género de Andalucía, Kim Pérez, considera que es necesario instaurar un género sexual neutro en España, que corresponde aproximadamente al 10 por ciento de la población, para aquellas personas que no se sienten "a gusto" como hombre o mujer y pretende que se elimine el sexo del estado civil de los documentos personales, ya que en España no hay diferencia de derechos entre diferentes sexos.

Continúa diciendo esta señora que normalmente lo descubren durante la primera inserción en el colegio, donde ven que no se encuentran a gusto ni con unos ni con otras. Grave problema, si tenemos en cuenta que hasta que los niños no se incorporen a la vida escolar, vamos a desconocer si lo que tenemos en casa es hombre, mujer, hombra o mujera, por decirlo de algún modo. En fin, tendremos que aprovisionarnos de ropa neutra también hasta el feliz día del descubrimiento, que celebraremos como el día de la verdadera identidad...cómoda.

Como Kim Pérez declara que sería bueno que se eliminara la obligación social que tenemos siempre de ser muy hombres o muy mujeres, yo, reclamo mi legítimo derecho a sentirme repollo porque no me siento nada cómoda esperando que los políticos se levanten una mañana y empiecen a actuar con sensatez para sacar a este país de la crisis en que nos han metido, tanto económica como de valores fundamentales para una convivencia digna y, quiero, que así conste a todos los efectos.

PD: El tema puede llegar a más. Estoy temblando de pensar que Bibiana se entere de esto y de lo que sería capaz de hacer.

Victoria Blasco López