España, cada vez más aislada en la gestión del gas

El grupo argelino estatal Sonatrach ha adjudicado a la empresa franco-argelina de ingeniería Safir la construcción de la planta de almacenaje de hidrocarburos de Azote. Con ello, los argelinos pretenden mejorar la seguridad energética del país y, de paso, cierran junto a Francia la pinza sobre España.

Las búsqueda de buenas relaciones de España con Marruecos molestan al vecino argelino, que ha encontrado en la Francia de Sarkozy un perfecto aliado para dejar a España fuera del gas. Hasta el momento, Francia no sólo ha defendido a la Argelia nuclear al tiempo que atacaba al Irán nuclear, sino que entre ambos han controlado el segundo gaseoducto del Magreb (Medgaz) a través de sus dos gigantes públicos, la argelina Sonatrach y Gaz de France por parte gala. Mientras tanto, España ha hecho uso de todas sus habilidades diplomáticas, es decir, ninguna, para que la participación de Repsol, Iberdrola y Cepsa tuviera algún peso en el proyecto. El argumento de Industria salía por la tangente liberal para explicar que estos son asuntos entre empresas… sin tener en cuenta que los principales titulares de esas empresas son los estados que las amparan.

A todo esto hay que añadir ahora la necesidad del Santander de deshacerse de su participación en Cepsa, tras haber perdido la batalla con Total. Sonatrach escuchó la oferta de Alfredo Sáenz, desplazado al país magrebí para vender un paquete que daría a la alianza franco-argelina el control indiscutible sobre el tubo que trasladará gas argelino hasta Almería sin pasar por Marruecos.