España asciende a la Primera División del sector de la animación en 3D con esta divertida comedia de aventuras que nos propone una historia de ciencia ficción al revés: los humanos, ahora, somos los alienígenas.
El astronauta norteamericano Chuck Baker aterriza en Planet 51 suponiendo que es la primera persona en pisar el suelo de ese lejano planeta pero con sorpresa advierte que está habitado por criaturas verdes que viven felices (en un entorno similar a los Estados Unidos de los años 50) y que, además, no es bien recibido
Aunque detrás de la cámara de esta conseguida película de animación se encuentran dos españoles: Jorge Blanco y Javier Abad, en este proyecto tan ambicioso para nuestro cine (ha costado 55 millones de euros) se ha contado, además, con un escritor de renombre en el sector: Joe Stillman, coguionista de Shrek y Shrek 2.
Planet 51, argumentalmente, rinde un simpático homenaje a los ingenuos años 50 en Estados Unidos (donde se vivía con un temor constante hacia un invasor exterior), pero este largometraje también provoca la sonrisa con gags que recuerdan las películas más famosas del género de ciencia ficción (E.T., 2001: Una odisea en el espacio etc).
Aunque Planet 51 encierra en su interior un mensaje positivo sobre que la amistad está por encima, no sólo de razas sino incluso de procedencia de diferentes planetas, su objetivo resulta claro, pues no es más que el entretenimiento, y lo consigue con creces. Porque combina un esforzado trabajo técnico (la calidad de la animación nada tiene que envidiar a la realizada en estudios norteamericanos), un chispeante y ágil ritmo y una alegría desbordante en todo su desarrollo
Rodada en inglés y con un argumento muy americano (necesita del mercado de Estados Unidos y de países de habla inglesa para conseguir la rentabilidad necesaria), Planet 51 es una de las sorpresas más agradable de estas vacaciones navideñas. Así que, no se corten, y acudan a ver esta producción made in Spain.
Para: Adultos y niños que les gusten las películas de animación divertidas y bien hechas