El día 29 del presente mes, Telefónica y Prisa deberán haber decidido si se fusionan o no, es decir, si aceptan o no las condiciones antimonopolio impuestas por el Gobierno Aznar. Ni satélite ni contenidos ni nada que se le parezca. La fusión de las dos plataformas de TV de pago, CSD y Vía Digital, sigue pendiente de la financiación de la deuda conjunta (1.200 millones de euros) más otros 600 que costaría la reestructuración necesaria. Si por César Alierta fuera, se haría una ampliación de capital, y se dejaría el balance sin agujeros. Pero Prisa no puede hacerlo, entre otras cosas porque no tiene dinero. En otras palabras, prefiere endeudar más a la Compañía resultante o hacer valer su número de abonados para que Telefónica acuda a la boda con la dote de una Vía Digital limpia.
En el entretanto, A-3 TV no se vende.. no se venderá hasta que se aclare la situación en la TV de pago.