El sobrino de Jesús Polanco contraataca a la opción Slim: cuando finalice la OPA, Prisa se volverá a partir en dos: prensa y radio por un lado, gestionada por Janli, y audiovisual -ojo, con Cuatro incorporada- gestionada por él.
El consejero delegado prefiere la opción Slim: crear el gran multimedia en lengua hispana, paralelo aPodríamos decir que sobre el futuro del mayor multimedia español, Prisa-Sogecable, existen tres posturas: la de los hijos de Jesús Polanco -empezando por el presidente, Ignacio- y su socio histórico, Pancho Pérez, que de buena gana venderían a Carlos Slim o a quien fuera, y se quedarían de rentistas. El fallecimiento de Isabel Polanco, primera ejecutiva de Santillana y la directiva con más experiencia de la familia ha contribuido en este intento de huida de sus hermanos del mundo de la gestión. La segunda opción es la del consejero delegado, Juan Luis Cebrián, que pretende que el magnate mexicano Carlos Slim, el adversario de Telefónica, compre toda Prisa y quedarse él como gestor del primer multimedia en lengua castellana, ubicado a ambas orillas del Atlántico, con el ex presidente Felipe González como portavoz ante la comunidad internacional y, especialmente, en el predio político de
Recordemos cómo se gestó esta opción: Cebrián quiere deshacerse de la losa del grupo, el monopolio de plataforma digital por satélite, Digital . Se lo ofreció a Canal Francia, a Murdoch, a Telefónica, a Slim. Todos respondieron negativamente salvo el mexicano, que lanzó un órdago: no quiero la plataforma, lo quiero todo.
Ojo, en esta segunda opción el propio Cebrián preferiría no depender de un sólo dueño, pero lo demás mexicano, que nada le debe, sino de varios.
Pues bien, así las cosas surge la tercera opción, la que defiende no un hijo, sino un sobrino, del fallecido Polanco: Javier Díez Polanco, primer ejecutivo de Sogecable, más conocido como Polanquín. Jurídicamente es un viaje de ida y vuelta un poco tonto. Es decir, con la OPA, Prisa absorbe a Sogecable pero, a renglón seguido, Polanquín -que no quiere ser rentista, que quiere seguir en el negocio y que no traga a Juan Luis Cebrián- propone segregar las ‘dos prisas' a efectos de gestión: una ‘prisa' de prensa y radio y otra audiovisual. La primera -El País y la SER, para entendernos- la gestionaría Cebrián mientras la segunda, la audiovisual, sería cosa de Polanquín, con su primo, Ignacio Polanco, que se quedaría como presidente, con mando en plaza, sí, pero sin preocuparse del día a día.
Lo más importante: en la opción Polanquín el canal Cuatro estaría en el área televisiva, no en el de Cebrián. Algo que a Janli no le hace mucha gracia.
Por lo demás, sabemos que Cebrián es más sectario, más ideologizado que Díez Polanco. Sus primos no: lo que más les preocupa es el estrés.