Sr. Director,
La vicepresidenta del Gobierno español, señora De la Vega dice sentirse "horrorizada" porque ha ido a Níger y, sin saber la condición del compañero de foto o por simple cortesía, se ha retratado con un nigerino que resulta que tiene tres mujeres y dieciocho hijos.A la vicepresidenta le sorprende y le horroriza que exista la poligamia en Níger y en otros países musulmanes.
Lo que realmente sorprende es la actitud hipócrita y la curiosa escala moral de esta mujer para medir qué tipo de relaciones están bien y cuáles están mal.
¿Por qué en España está fenomenal que se case un hombre con otro hombre o una mujer con otra mujer y en Níger, según su criterio, debería estar fatal que se pueda casar un hombre con varias mujeres o, si les pareciera bien, una mujer con varios hombres o varios hombres con varias mujeres? ¿Quién es usted, señora vicepresidenta, para negarle a este señor que reparta todo su amor entre tres mujeres y no lo deje todo para una única esposa?
¿Por qué niega a dos de esas tres mujeres el poder participar del amor del exportador de chufas (que a eso se dedica el susodicho nigerino)? ¿Con cuál de las tres se tiene que quedar?
¡Qué poca consideración hacia los sentimientos del polígamo!
Si el matrimonio no es la unión de un solo hombre con una sola mujer abiertos a la procreación y para toda la vida, ¿por qué poner ningún tipo de límites a las múltiples combinaciones amorosas posibles?
Juan Rubio Sánchez
jrubiosanchez@gmail.com