Santiago Bergareche ha culminado su misión y lo lógico es que abandone la Presidencia. Ojo, porque Dominique de Riverolles siempre repite que él ha sido nombrado por IPIC, no por Total. Así la autoridad petrolera de Abu Dhabi podría incluso pedir la participación en la gestión de Cepsa.
Posiblemente quien mejor explica los datos de la operación cerrada en la mañana del martes es Invertia: el caso es que el Santander tras muchos años de demora, ha conseguido librarse de su participación en la petrolera Cepsa, donde ya mandaba la francesa Total. Ha sido uno de los errores de Alfredo Sáenz, que quedará para su historial profesional: romper los acuerdos firmados por José María Amusátegui con los franceses de Total para provocar a éstos y que lanzaran una opa sobre el 100 por 100. Lo que hicieron los galos fue irse a los tribunales y hacerse con el control de la gestión, que entonces ejercía Carlos Pérez de Bricio. El Santander, acompañado por Unión Fenosa (5%), se quedo con una participación muy grande (32%) pero minoritaria. Es decir, el peor de los escenarios posibles, porque nadie quiere comprarlo.
Botín se enfadó con Sáenz y le encomendó sacar al banco del atolladero. Ha tardado años y ha deslocalizado Cepsa, que ya tiene poco de Compañía Española de Petróleos, ha tenido que rebajar el precio y lo ha vendido finalmente a IPIC, el socio de Total... peor lo ha conseguido. En este momento, la situación de Cepsa es la siguiente un poco absurda-: Total posee el 49% de la petrolera IPIC, la autoridad petrolera de Abu Dhabi, un 47%. El capital flotante es mínimo, lo que tendrá que arreglarse. Santiago Bergareche, actual presidente, a quien su amigo Sáenz colocó en el cargo para que negociara la venta, abandonará el sillón, y veremos como se las apañan los del Golfo Pérsico con los de París para repartirse el poder. No olvidemos que IPIC posee, además, el 10% de la matriz Total y que el francés Dominique de Riverolles, primer ejecutivo de Cepsa, recuerda siempre que a él le nombró IPIC, no Total.
Uno de los planteamientos que la propia Total hizo llegar al banco fue el siguiente: también podría ocurrir que cediera Cepsa a IPIC por lo general, socio financiero en sus inversiones en Occidente- y tuviera así manos libres para ir a por Repsol. Después de lo de Lukoil ya nada puede extrañarnos.