La vicepresidenta del Gobierno está decidida a promover el diálogo necesario con la oposición para alcanzar el deseable consenso en las medidas de regeneración democrática.
Entiende, con razón, que es un asunto de Estado que exige altura de miras por parte de todos los grupos, que es, por lo demás, lo que espera la opinión pública.
Esa voluntad de Sáenz de Santamaría se tradujo el pasado día 19 de marzo en un compromiso para pactar un plan contra la corrupción antes de fin de año. Un principio esperanzador que esperemos no se frustre.
Suso do Madrid