Sr. Director:
Dijo que los grandes grupos y los inversores financieros dominan el mercado y se les debe poner un alto. Estimó que el mundo necesita una agricultura campesina y no industrial.
Dijo que no es posible que en Estados Unidos, esencialmente un solo grupo proponga semillas, los agricultores son el objeto de chantaje y los países en vías de desarrollo también.
En calidad de ejemplo, el ministro observó que los premios de las materias forrajeras van a aumentar el 600%, según las provisiones, en razón de una escasez de estos alimentos para los animales. Un fenómeno detrás del cual se esconde, según él, "el interés de los grupos que venden su maíz y soja genéticamente modificada".
Tal vez ese sea el precio que hemos de pagar los europeos por no aceptar la producción de plantas obtenidas por técnicas biotecnológicas.
Suso do Madrid
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