La enseñanza diferenciada, en la que los chicos y las chicas estudian en centros separados, no sólo no es discriminatoria, sino que es una fórmula muy útil e inteligente, así se ha demostrado, para el progreso de los estudiantes, opinión avalada por muchos profesores y padres que hemos optado por esta opción.
Por eso es posible elegirla en una gran parte de los países occidentales. Pero en nuestro país no es la utilidad sino lo ideológico lo que prima y de ahí que, siguiendo los vientos propagandísticos de nuestra época, se quiera eliminar por completo, discriminando -ahora sí- a los padres que la hemos elegido para nuestros hijos.
Evidentemente yo la recomiendo, pero a ningún padre le impondría que esa fuese su elección. En cambio, ¿por qué a mí sí me quieren imponer el modelo contrario Como han hecho en Asturias, en Cantabria y ahora están imponiendo en Andalucía.
Valentín Abelenda Carrillo