"Reescribir la historia de nuestra prosperidad" decía el pasado lunes un medio de tirada nacional, es el objetivo del presidente del Gobierno.
Rajoy defendió, en el Congreso del PP de Madrid, su gestión, austera y matemática, para ganar la partida a la crisis de los servicios públicos que han dejado los gobiernos socialistas. Por eso, en un discurso construido a la luz de sus reformas: laboral, financiera o de Educación y Sanidad, el presidente pidió a los autores del desaguisado, el PSOE, que al menos "se callen" y no entorpezcan el esfuerzo para crecer, crear empleo y salvar el Estado del Bienestar.
No es mucho pedir, si no están dispuestos a colaborar al menos que callen.
Jesús Martínez Madrid