Sr. Director:
En la anterior legislatura, el Gobierno y el PSOE consiguieron convencer a buena parte del electorado que el Partido Popular era culpable de la crispación, como consecuencia de sus manifestaciones contra la negociación con la banda terrorista ETA, en estos momentos estamos sufriendo los resultados.
Ahora parece tocarle el turno al PP de acusar al PSOE de estar buscando de continuo la bronca y el desasosiego social.
Ya sea porque a José Blanco se le calienta la boca con demasiada frecuencia para denostar a Mariano Rajoy o Esperanza Aguirre, ya porque el alcalde de Getafe llama lo que llama a los votantes del PP, lo cierto es que desde las filas socialistas no parece que se haya encontrado otro medio de afrontar la crisis económica que el insulto, la bajeza o el exabrupto.
Ahora estamos en lo de ese Pedro Castro que, con sus insultos a los que votan a la derecha, ha venido a tocar de verdad las narices a los dirigentes populares que, hasta ahora, han soportado todo tipo de vejámenes personales sin rechistar.
Puede que el caso no parezca demasiado grave y que hasta se considere que las disculpas ofrecidas por Castro hayan sido suficientes. Pero tanto el texto como el contexto de las frases exhaladas por este alcalde socialista, reflejan algo más que un ataque al PP.
Con la ofensa y la falacia ha querido deslegitimar tanto al partido como a sus votantes... que, no lo olvidemos, son la inmensa mayoría de los que residen en la Comunidad madrileña y más de diez millones en toda España.
JD Mez Madrid
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