El ministro de Administraciones Públicas, Jordi Sevilla, compareció el miércoles 3 en el Senado para responder a la pregunta del senador popular Antolín Sanz sobre el balance gubernamental de la Conferencia de Presidentes. Para Sevilla, la Conferencia ha sido un éxito claro en el reconocimiento de la España plural de un Estado compuesto. O sea, nada nuevo bajo el sol.
El PP lamenta que no haya habido autocrítica por parte de Sevilla. A su juicio, la Conferencia fue organizada con precipitación, sin agenda y sin conclusiones, buscando sólo la foto y sin plantear soluciones a los problemas. Además, los populares acusan al Gobierno de "coquetear" con la autodeterminación y critican que a Zapatero le parezca indiferente el término Nación.
Los populares no critican la convocatoria de la Conferencia, sino la forma en que fue convocada y la mera búsqueda de la imagen. De hecho, se atribuyen la autoría de estas cumbres que en el programa electoral bautizaban como "Conferencia General de Cooperación Autonómica" y que ya Manuel Fraga planteó en 1992 y el ministro Posadas en el año 2000. Explican que esta Conferencia no fue organizada durante los Gobiernos populares porque fue entonces cuando culminó el proceso de transferencias y es ahora cuando se empiezan a producir los problemas de ajustes.