Sr. Director: 

 

Encarecidamente ruego se mencionen las raíces cristianas de Europa en la proyectada Constitución. Lo contrario sería un insulto a los europeos y una ceguera por no ver esa constelación de campanarios cristianos en todas las tierras de Europa. Y esas famosas catedrales que no las levantó ni Grecia ni Roma, ni la Ilustración ni las filosofías, sino sólo el Cristianismo. No querer ver lo que es evidente sólo manifiesta un odio previo, que es mala pasión para todo. Y, principalmente, para hacer una Europa unida por el amor.

Juan Antonio González

jagl@deei.net