- O acceden a convertir la deuda en capital, según la nueva normativa.
- Principales candidatos para tan indeseable banquete: Santander y Caixabank.
- El monto total de la deuda no ha subido pero el coste financiero de la misma se dispara.
- Las pérdidas del primer trimestre del año se multiplican por cuatro.
- Los activos fiscales diferidos ya suponen el 83% de su patrimonio neto. Por un porcentaje similar se nacionalizó Bankia.
- Con los activos de que dispone el grupo de Janli Cebrián sólo puede hacer frente al 58% de su deuda.
- Ahora habrá que ver para qué utilizará los 725 millones de euros de Digital .
- A la postre, el Ebitda se reduce un 50%.
PRISA ha multiplicado las pérdidas del primer trimestre (47,6 millones de euros) de 2014 casi por cuatro si comparamos con las del mismo periodo de 2013 (12 millones de euros), pero eso no es lo relevante.
Lo relevante es que la cuenta de resultados muestra un deterioro entre ambas fechas de un 50% de su resultado bruto de explotación (Ebitda) y un incremento de sus cargas financieras de un 22,7%, de tal modo que el negocio es incapaz de generar siquiera lo suficiente para hacer frente a estas últimas. PRISA no puede pagar ya ni los intereses. En el primer trimestre de 2013 dichas cargas absorbían la mitad del Ebitda, ahora lo superan en casi un 20%. Conclusión: PRISA no es viable salvo que sus acreedores le perdonen la deuda o, más probablemente, accedan a convertir su deuda en capital acogiéndose a esa última reforma de la Ley Concursal que está pensada para facilitar la vida de las grandes compañías concursadas y sus acreedores bancarios. En todo caso, los principales candidatos para tan indeseable banquete son el Santander y Caixabank.
Los resultados de grupo no han pasado precisamente inadvertidos en la bosa. El valor es penalizado esta mañana en bolsa con una caída del 6%, mientras el descenso del Ibex no llega al 0,6%.
Tanto perder, tanto perder, PRISA ha acumulado unos elevadísimos activos por impuestos diferidos que suponen ya el 83% de su patrimonio neto. Ya saben que estos impuestos sólo se recuperarán si la compañía entra en beneficios, lo que lleva años sin ocurrir y cada vez parece más difícil. Bien podría ser que algún día, el auditor, como ocurrió con Bankia, ponga en duda dicha recuperabilidad y se precipite algo, como en Bankia. En cualquier caso, con un fondo de comercio que representa el 164% del patrimonio neto y los escudos fiscales comentados, PRISA tendría un patrimonio neto negativo, si le aplicáramos la normativa de solvencia de los bancos, de 2.195 millones de euros. Otra forma de verlo es que un supervisor bancario consideraría, con este balance en la mano, que PRISA apenas puede hacer frente al 60% (el 58% para ser precisos) de su endeudamiento con los activos de que dispone. Ya sabemos que la editora no es un banco, pero que no se le exija una solvencia mínima, no nos impide medirla como se mide en el sector con el que se es más preciso en este tema.
La deuda está contenida y apenas ha crecido un 1% entre las dos fechas que comparamos, sin embargo, su coste financiero ha subido mucho, lo que sumado a la caída de ingresos (-7,5%) la ha vuelto insostenible, como decíamos al comienzo. Por otro lado, es una deuda con vencimientos largos y bien estructurada en los plazos, a la que se acumulan los intereses no pagados cuando es necesario, que no parece generarles problemas de atención en el corto plazo, porque para ello se refinanció recientemente. Al fin y al cabo un deudor no impaga nunca si su acreedor es paciente y mientras los acreedores de PRISA dependan del Banco de España, serán pacientes. Ya veremos qué ocurre cuando pasen a ser supervisados por el Banco Central Europeo.
Y también habrá que ver para qué utiliza Juan Luis Cebrián (en la imagen) los 725 millones de euros que ha ingresado por la venta de Digital .
Rodrigo de Silos
rodrigode@hispanidad.com