- Ahora pide que vuelva Educación para la Ciudadanía y que se reduzcan las horas de Religión… en nombre de la libertad religiosa.
- Por cierto, la ley Wert no aumenta las clases de Religión. De hecho, las quita del Bachillerato.
- Asegura que ha tardado 8 años en vender Canal porque la enfermedad y muerte de Jesús Polanco ralentizó la operación.
- Y hace de la necesidad virtud: ahora resulta que PRISA nació hispanoamericana. Claro, es lo único que queda del imperio.
- Según Cebrián, en verano de 2015 la deuda del grupo será sostenible -"que ya lo es"-. No piensan lo mismo los bancos acreedores que le han obligado a refinanciar la deuda este año.
- En cualquier caso, los nuevos inversores de PRISA se mueven por convicciones morales, no por dinero. Firmado: Janli.
- Eso sí, sigue sin decirnos cuándo se jubilará.
Definitivamente, el presidente de PRISA, Juan Luis Cebrián (en la imagen), ha vuelto al redil de la progresía. Vuelve a ser progre de verdad, sin medias tintas. ¡Qué alivio! Este lunes, durante el desayuno organizado por Nueva Economía Forum, ha dicho que no entiende por qué se ha suprimido Educación para la Ciudadanía (EpC), una asignatura que educa a ser ciudadano y, sin embargo, se aumentan las horas de Religión, en un país que defiende la libertad religiosa.
Que no, Janli, que defender la libertad religiosa no consiste en acabar con la religión. Por cierto, la ley Wert que ha aprobado el Gobierno Rajoy no sólo no ha aumentado las horas de Religión, sino que las ha suprimido del Bachillerato. Hay que informarse mejor, Juan Luis.
Más perlas, esta empresarial: asegura que Digital lleva en venta desde 2006, pero que no se ha podido vender hasta ahora debido a la enfermedad y muerte de Jesús Polanco, en 2007, que "ralentizó" la operación. O sea, que ha tardado ocho años en vender Canal porque hace siete murió Polanco. ¿No será porque el precio que pedía por en canal de pago era demasiado alto
Y el presidente del grupo hace de la necesidad virtud. Ahora resulta que PRISA nació iberoamericana, con más intereses al otro lado del Atlántico que en España. Hombre, que lo diga refiriéndose al momento actual, pase -el 70% u 80% de los ingresos del grupo provienen de Hispanoamérica-, pero que nos venda ahora que la intención de los fundadores fue esa desde el principio…
Otro asunto espinoso: la deuda. Resulta que ya no es un problema. Según Cebrián, en verano de 2015 los niveles de deuda serán sostenibles -"que ya lo son", ha matizado- y el horizonte ya estará despejado. Lástima que los bancos acreedores no piensen exactamente lo mismo y le hayan obligado a refinanciar esa deuda durante este año.
En cualquier caso, los nuevos inversores del grupo, por ejemplo, el mexicano Roberto Alcántara, que se ha convertido en el máximo accionistas individual con un 9,3% del capital, se mueven por convicciones morales, no por dinero. Firmado: Janli. Por cierto, el mismo que se ha embolsado millones y millones de euros mientras su empresa perdía dinero a espuertas y los empleados sufrían sucesivos expedientes de regulación de empleo. ¡Viva la coherencia!
Eso sí, seguimos sin saber cuándo se jubilará Cebrián, que el próximo 30 de octubre cumplirá 70 años. Pero si sigue será por convicciones morales. No lo duden.
Pablo Ferrer
pablo@hispanidad.com