Sr. Director:
El Papa nos recomienda, no sólo a los obispos, sino a todos los creyentes a hablar y testimoniar con franqueza a las propias comunidades y a todo el pueblo, que el problema fundamental del hombre de hoy es el problema de Dios y que ningún otro problema humano y social podrá verdaderamente ser resuelto si Dios no regresa al centro de nuestra vida.

"Solamente así, mediante el encuentro con Dios vivo, fuente de esa esperanza que nos cambia desde dentro y que no decepciona, es posible reencontrar una firme y segura confianza en la vida y con ella dar consistencia y vigor a nuestros proyectos de bien". Corto pero todo un programa de acción.

Jesús Martínez Madrid

jdmezmadrid@gmail.com