Reproducimos un anónimo que circula por Internet sobre el protocolo a seguir en una boda real, como la del pasado 22 de mayo. Rogamos no se tomen en serio los consejos de este falso mensaje.
Notas aclaratorias sobre el correcto comportamiento de los invitados al enlace de S.A.R. El Príncipe de Asturias.
Se ha hará llegar copia de este breve manual a todos los Ministerios del Gobierno de
1º- La indumentaria obligada para los varones es el chaqué. En Gilarranz podrán mostrarles un ejemplo, haciéndoles saber que el calzado no se alquila y que no deben usarse zapatos ni de color marrón ni de color gris perla. La camisa habrá de ser de color blanco. Se acepta el uso de condecoraciones en la solapa izquierda (si alguno de los invitados las tuviera concedidas), así como de bandas correspondientes a la categoría de Caballero Gran Cruz de cualquiera de las órdenes civiles y militares.
No está permitido, básicamente por cuestión de elegancia, el uso de distintivos o insignias tales como los escudos de equipos deportivos, reproducciones taurinas o caretas de carnaval en miniatura. En referencia a las bandas, no se recomienda el uso de aquellas correspondientes a la graduación en la escuela, instituto o universidad. Para las damas invitadas, se quiere hacer especial hincapié en señalar que las bandas tipo "Dama de Honor de las Fiestas de Pelayos de
2º- Queda absolutamente prohibido quitarse la chaqueta y colgarla en el respaldo del asiento durante el banquete de celebración.
3º- Las damas evitarán el permanecer descalzas durante todo el transcurso de los actos de celebración, aún a costa de padecer dolores en los juanetes.
4º- Se ruega terminantemente no darse la vuelta en el asiento durante el banquete, reclamando más vino al servicio de mesa del Palacio Real; dicho servicio permanecerá pendiente en todo momento para que la copa de los ilustres invitados permanezca llena. Se evitarán frases del estilo de "Eh, relléname el vaso", "Chaval, aquí falta vino", "Tu, el de la peluca blanca, un poco más de Valdepeñas" o "Déjanos aquí una botella, que está muy bueno".
5ª- Se avisa a los invitados de la absoluta ausencia de la bebida carbonatada comúnmente conocida como "Casera".
6º- No soliciten al servicio de mesa palillos o mondadientes y eviten el uso de los mismos y, por supuesto, rogamos no acudan con ellos colocados sobre el pabellón auditivo.
7ª- La servilleta ha de colocarse sobre el regazo (que es la parte superior de los muslos) y nunca se colocará entre el cuello.
8ª- Recordamos que tanto la vajilla como la cubertería y la mantelería, así como los elementos decorativos dispuestos sobre las mesas de los invitados, son propiedad del Patrimonio de
9º- Dado que entre los invitados asistentes al enlace se encuentran miembros de Casas Reales de todo el mundo, queremos recordar que a los mismos no se les tratará por su nombre de pila o motes, tales como "Isita" (por Su Graciosa Majestad
10º- Durante la ceremonia religiosa los invitados habrán de permanecer todo el tiempo en su asiento asignado. Por tanto, se ruega no se levanten a realizar fotografías en aquellos momentos de la ceremonia que son de especial relevancia e interés (intercambio de alianzas, Consagración, Eucaristía, etc.). Informamos también de que en las inmediaciones de
11ª- En el supuesto caso de que alguno de los invitados reconociera entre el personal de servicio del Palacio Real, a alguna persona, ya fuera del pueblo de origen, de la peña del fútbol, del instituto, del apartamento contiguo en Calpe o de
Ante cualquier otra duda que pudiera surgir a los invitados, recomendamos una rápida lectura del Tratado de Protocolo Oficial o consulten con los servicios de Protocolo de los actuales Ministerios u otros organismos e instituciones oficiales a las que representen.
Agradecemos el enorme esfuerzo de todos los invitados por cumplir con las normas establecidas y, especialmente rogamos un especial saber estar a los señores Rodríguez Ibarra, José Blanco, Cándido Méndez, José Caldera y Alfredo Pérez Rubalcaba y a las señoras Carmen Chacón, Leire Pajín y todas esas nuevas ministras de las que no podemos recordar sus nombres.
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