¿Qué hubiera ocurrido si todos los medios nacionales hubieran publicado este jueves un editorial conjunto poniendo en solfa la legitimidad del Tribunal Constitucional? Probablemente desde Cataluña se habría interpretado como una injerencia insostenible e inaceptable. Algo muy parecido a una guerra civil a un abrir heridas a un no nos quieren.
Es exactamente lo que ha ocurrido, pero a la inversa: 12 periódicos catalanes firman un editorial conjunto poniendo en duda la legitimidad del TC para resolver sobre el Estatut. Se basan en que el texto ha sido sometido a referéndum y aprobado por el Congreso de los Diputados y que por lo tanto, el Alto Tribunal no puede enmendar la plana al pueblo catalán y a la soberanía nacional. ¿No? Es el pan nuestro de cada día. La normalidad del funcionamiento de las instituciones.
En todo caso, habría sido mejor que existiera una previsión que obligara a que los textos pasaran el examen de constitucionalidad antes de ser sometidos a referéndum. Es lo que se hace en Italia, el país de la UE con más tradición de referéndums. En cuanto al apoyo del Congreso, ¿qué hubiera ocurrido si los diputados catalanes no hubieran votado? Porque ocurre que los catalanes votan doble: en Cataluña y en España. ¿Pacto entre Cataluña y España?
Por lo demás, ha llamado la atención que el diario Público de Roures no haya formado parte de la estrategia de confrontación. No debe ser considerado suficientemente catalanista para el establishment de la sardana. Y por último: son 12 cabeceras, pero menos dueños. Por cierto, uno de ellos, José Manuel Lara, se rasga las vestiduras desde su otro diario, La Razón. Cuestión de principios.
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