Aunque la dura crisis económica y las periódicas campañas que buscan minar su imagen pública podrían hacer temer lo contrario, las declaraciones a favor de la Iglesia Católica en la Declaración de la Renta siguen aumentando año tras año.
En esta ocasión, renta 2009, han sido casi 66.000 más que en el ejercicio anterior, el porcentaje ha subido hasta el 34,75% y en tan sólo tres años se ha producido un espectacular aumento de casi 800.000 declaraciones.
La recaudación, como era de esperar en una coyuntura de profunda crisis, ha disminuido, pero lo verdaderamente llamativo es que la gente sigue sabiendo en quién confía. Esto no son encuestas, opiniones o estimaciones, sino datos.
Más de 9 millones de contribuyentes ponen la X en su declaración de la Renta a favor de la Iglesia. Cada año son más y su decisión de hacerlo libremente seguirá siendo fundamental, como también lo serán las otras formas de colaborar con la Iglesia.
Conviene recordar que la Iglesia recibe por la vía de la asignación tributaria, sólo lo que los contribuyentes deciden de forma libre y voluntaria, y que pueden hacerlo o bien sólo para la Iglesia católica o bien conjuntamente para la Iglesia católica y para los llamados "otros fines sociales", sin que ninguna de las dos opciones signifique que vayan a tener que pagar más ni que les vayan a devolver menos.
La gente cada vez entiende mejor que marcar la casilla no cuesta nada y que, sin embargo, rinde mucho. Es para celebrarlo, porque todavía queda mucha tarea que llevar a cabo por tantos que necesitan tanto.
Jesús Domingo Martínez