El portavoz popular de Economía en el Congreso de los Diputados, Vicente Martínez Pujalte, se ha adjudicado el éxito de que la tarifas no hayan subido más allá del IPC. Cree que la presión de los populares ha hecho recapacitar al gobierno.
Se equivoca. En primer lugar porque quien ha hecho recapacitar al gobierno ha sido el sector más político que sabe que en mayo hay elecciones locales y que no está el horno para bollos. Piensan que si la medicina se aplica poco a poco, el pueblo se enterará poco. La misma estrategia de los jesuitas, que empezaban colocando un clavito para colgar la sotana y terminaban alojándose en tu casa.
O sea, que no han sido los populares, sino el cálculo electoral el que ha hecho revisar el decreto de tarifas. Y tampoco hay rectificación, sino que el tarifazo se pospone al segundo semestre del 2007 e irá a plazos hasta que el 1 de enero del 2011 desaparezca la tarifa regulada. Es lo que Clos califica de Transición suave, con el menor impacto posible para los consumidores. Es decir, poco a poco, lo de los jesuitas.