Los italianos no admiten que Acciona controle la energía eólica de Endesa con un 51% del capital. José Manuel Entrecanales asegura que se quedará hasta marzo de 2010. Miguel Sebastián considera que Endesa esta perdida, pero está obligado a retrasar el acuerdo lo más posible para no evidenciar el engaño monclovita sobre la "españolización" de la primera eléctrica española
El consejo de Endesa a celebrar el miércoles 23 llega, al menos por el momento, con las espadas en alto entre la eléctrica publica ENEL (68% de Endesa) y la constructora española Acciona (25% del capital). Es un pulso más político que económico, porque los contrincantes son, ante todo, Rodríguez Zapatero y Silvio Berlusconi.Los italianos exigen tomar ya el control de la gestión, aunque lo cierto es que en el día a día, el antiguo equipo de Endesa obedece más a los italianos que a los españoles. Sin embargo, José Manuel Entrecanales controla el Consejo con su voto de calidad, y está dispuesto a mantener la situación actual hasta marzo de 2010 cuando vence el acuerdo de tres años.
Para ZP es una cuestión de honor, dado que tiene que mantener el artificio de la españolidad de Endesa; para Berlusconi, engrandecer ENEL, una empresa grande pero ineficiente, es vital: el Gobierno italiano ha enterrado demasiado dinero para estar cruzado de brazos. Por su parte el ministro de Energía, Miguel Sebastián está convencido de que Endesa está perdida pero anima a Acciona a quedarse.
¿Cómo quiere quedarse Entrecanales? Pues de la manera que más irrita al Gobierno de don Silvio: quiere crear una sociedad de energía eólica donde se agrupen los activos de Endesa más los de Acciona, pero pagando la mitad. En definitiva, que Acciona disponga de un 51% del capital frente al 49% de Endesa. Si se produce el divorcio, nos encontraríamos con una sociedad de dos competidores donde Endesa, es decir, ENEL, no mandaría nada, mientras los Entrecanales lo mandarían todo.
Y, además, Acciona quiere dinero. Todo esto puede parecer muy favorable para Acciona, y perjudicial para el accionista mayoritario, pero lo cierto es que ENEL firmó justamente eso, y por tres años, hasta marzo de 2010. Como dirían en la TV pública de ZP: la "verdad judicial", única verdad posible para un relativista, está del lado de los Entrecanales, aunque es una verdad con fecha de caducidad: marzo de 2010.
Los italianos, por su parte, están dispuestos a pagar a Acciona su participación a 40 euros por acción, una pata gansa, y ahora mismo. A fin de cuentas, quien paga es el erario público.
Al fondo, claro está, la amenaza transalpina: judicializar el caso, lo que supone llevar a los tribunales, no a dos empresas, sino, en el fondo, a dos gobiernos. Eso sí, si judicializa la cuestión, probablemente pierda, salvo que los jueces valoren ese caso colusión e intereses por la energía eólica.
Lo que está claro es que, en Endesa, el Gobierno ZP se cubrió de gloria.