El informe Goldman encabrona a todo el sector: lo consideran un informe interesado para ganar dinero vendiendo a pérdida.
El especulador compra una acción de un banco española, pongamos Popular, a 10 euros. Acciones a préstamo que tendrá que devolver dentro de un mes. De inmediato, las vende en el mercado a los precitados 10 euros. A partir de ahí, como no se llama Juan Español, sino Goldman Sachs, UBS o Morgan Stanley, intenta que descienda la cotización de esa acción. Cuando llega el momento de devolver, las acciones están a 8. Las compra, las devuelve a su dueño y ha ganado 2. ¿Quién pierde? Pues el Popular o el Sabadell o el Pastor o el Bankinter-: la firma y los accionistas de la misma, que han visto cómo se devaluaba su patrimonio.
Naturalmente esto no puede hacerlo un particular sin un intermediario financiero (a los hedge funds les encanta este jueguecito) con capacidad de influencia en la comunidad. Por ejemplo, Goldman Sachs.
La banca española está encabronada con Goldman, que en la mañana del martes emitió un riguroso, objetivo y nada interesado informe: Esperamos que la banca española sufra desproporcionadamente en la próxima fase del ciclo. El banco recomendaba vender Pastor, Sabadell, Popular y Bankinter con precios objetivos de 3,40 euros, 3,29 euros, 3,26 euros y 6,90 euros. No todo iban a ser palos, así que Santander y BBVA se salvaban de la quema. Quema tras la cual Goldman espera poder alimentarse de la carroña, esto es, comprar más barato lo que antes vendió caro.
Para más pitorreo, se da la circunstancia de que los mayores depredadores de estos préstamos con acciones a pérdidas son los bancos quebrados (BoA, Goldman, Credit Suisse, UBS, ABN, ING, Deutsche Bank, Royal Bank of Scotland, Barclays) que se han salvado con las aportaciones de los gobiernos suizo, norteamericano, holandés y británico. Es decir, están empleando el dinero de sus contribuyentes para jorobar a la banca española y ampliar la crisis financiera que les llevó al abismo.
¿Es posible prohibir el préstamo de acciones a pérdida? Los expertos piensan que no porque no es una operación, sino un conjunto de operaciones perfectamente lícitas, aunque especulativas, unidas para fastidiar al prójimo y ganar un dinero que sólo beneficia al especulador pero todo muy lícito. Ahora bien, en los mercados lo importante es el prestigio del regulador sobre los operadores, mucho más que la norma en sí misma. Y así, cuando estalló la crisis en Wall Street, la SEC prohibió estas prácticas. ¿Creen ustedes que si la CNMV hiciera lo propio, Goldman haría caso?