No estoy en contra de nadie ni tengo enemigos latentes pero soy racista igual que cualquiera que defiende su territorio.
Soy catalán de nacimiento y de conocimiento independiente y a pesar que no suelo estar muy al tanto de las noticias, el otro día al ver que ya existe una colla de castells china puse mi grito en el cielo.
Ya no tenemos suficiente en que cojan todos los locales vacíos y monten tapaderas todo a cien y peluquerías con final feliz para que ahora, además de invadir territorio, invadan nuestras costumbres. Aquí hay dos cosas, uno que deja o enseña y otro que toma y aprende. En aprender y constancia los chinos ya se sabe que son los primeros y al parecer ahora nosotros vendemos nuestras costumbres para que de una forma hasta simpática apoyen nuestras tradiciones, ya veréis dentro de un par de años como vendrán a participar a nuestro concurso y dentro de cinco tendrán el mejor y mayor concurso de castells del mundo.
Siento rabia y envidia, rabia de que se apropien de lo nuestro y envidia cochina porque luchan y son tenaces por conseguir lo que quieren, si fuésemos la mitad de cómo son ellos no nos haría falta Mas ni hablar. Quizás la necesidad hace que se suban por las nubes y busquen lo que no tienen, qué envidia.
José Gómez Pedrosa