Mediapro ha forzado el concurso de acreedores de una de sus filiales, la de los derechos del fútbol. No lo ha hecho porque no pueda pagar a los 102 (o 120, según cómo se hagan las cuentas) de millones de euros que tiene que pagar a PRISA-Sogecable por perder los derechos del fútbol.

 

Una suspensión de pagos por propia iniciativa siempre comporta un riesgo, porque el juez puede decir, por ejemplo, que no vale dejar caer una filial mientras la matriz sigue incólume.

En plata: lo que ha hecho el editor favorito de ZP, Jaume Roures, comunista y anticlerical, dedicado a la blasfemia permanente desde La Sexta y desde el diario Público, ha consistido en poner en suspensión de pagos a su matriz para fastidiar a Sogecable, que anda en víspera de esa otra operación buitre de Juan Luis Cebrián: introducir a los fondos de Liberty en el capital de PRISA para reducir a los propietarios, los Polanco, a la nada y mandar aún más de lo que manda ahora.

Ese es el verdadero objetivo de Mediapro-La Sexta, porque lo cierto es que sí podían haber conseguido dinero para pagar a PRISA el fallo judicial, aún no sentencia firme, a la que fueron condenados: en primer lugar porque Mediapro no habría podido crecer de forma tan rápida sino fuera por el apoyo del Instituto de Crédito Oficial (banco oficial del Gobierno) y del Instituto Catalá de Crédit (lo mismo en Cataluña), pero también gracias a la extraordinaria y extrañísima buena voluntad de los bancos españoles, que sigue ayudando a la prensa progre, especialmente a PRISA y a su ahora adversario, Mediapro-La Sexta. Y ahí están todos: Santander, BBVA, Popular, Sabadell, Caixa, Caja Madrid todos, oiga usted.

Ahora bien, un juez como Dios manda, un tipo responsable -sí, se cuentan con los dedos de una mano, lo sé- debería decirle a Roures que no instrumentalice la justicia, especialmente alguien tan laicista como él y, como se sabe la progresía laica sólo cree en el Estado de Derecho, es decir, en la ley y las sentencias, un credo y un dogma mucho más exigente que el Credo católico. Si su filial de derechos de fútbol no puede pagar a PRISA lo lógico es que la matriz, Mediapro, propietaria de un 60%, aporte la pasta, no que deja sin paga a los acreedores. Porque además, esta suspensión de pagos no es sólo un chantaje al juez y sino un chantaje  a todo el pueblo españolo, dado que pone en solfa la retrasmisión de los partidos de fútbol de la liga para la próxima temporada.

La izquierda mediática -millonaria, naturalmente, como lo son Cebrián y Roures- siempre juega a lo mismo: se endeuda hasta límites insospechados y luego advierte a la banca: a ver si te atreves a ejecutarme. No es por azar que los dos grandes multimedia zapatistas -PRISA y Mediapro- sean los más endeudados de España: extorsionan al pueblo, extorsionan a la banca y ahora, Roures, comienza la extorsión a los tribunales.

Eso sí, lo hacen por librar al pueblo de las tinieblas medievales y del oscurantismo clerical, objetivos tan nobles que exigen el pequeño sacrificio de no pagar las deudas. Deudas que, por otra parte, nos retrotraen a la caverna dado que, como todo el mundo sabe, ya sólo la Iglesia, a través del séptimo mandamiento exige pagar lo que se debe. Jaume Roures y su socio Miguel Contreras, el asesor de ZP, pasarán a la historia de la contabilidad con la sublime innovación de que las deudas, ya no son deudas, sino, atención, compromisos de pago.

Y de propina, recordar a los muy católicos empresarios de Mediapro y La Sexta que con tanto entusiasmo contribuyen al pluralismo informativo. No es broma, dentro de ese pluralismo, Mediapro aporta las blasfemias del Gran Wyoming.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com