Con referencia al gran mitin Show del pasado fin de semana protagonizado por Rodríguez Zapatero y sus colegas, en el editorial de un diario barcelonés de gran tirada se podía leer: El Gobierno vive de anuncios más o menos virtuales y de concentraciones de partido durante los fines de semana.
Lo subscribo totalmente, puesto que pudimos ver y oír en todos medios de comunicación, como si se tratara de programa televisivo, como si fuera el festival de Eurovisión, poco más o menos.
Caminando con altivez y ovacionados, por sus simpatizantes, vimos a todos los miembros del Gobierno. Fueron desfilando, nada más y nada menos, por la alfombra roja como si tratara de la entrega de los Oscars en el lejano país americano. Ante estos fastos me pregunto: ¿El premio de qué? De ineficacia, de la improvisación, de los ilusionismos, del trilero mayor del reino, del despilfarro, etc.
Durante meses se negó la crisis, después se nos habló de unos brotes verdes, que nunca se vieron, luego de que pronto saldríamos de la recesión, y nos están llevando a casi cinco millones de parados, ahora dice que la economía sostenible ayudará para salir de la crisis. Estos días comentaba que la ley esta en marcha, no sabemos aún con qué fuerza, ni si servirá para crear empleo, ni la incidencia que puede tener, ni se sabe cuándo tardara en refrotar, etc.
¡No sé si reír o llorar! Todo este circo me trae a la memoria a los hermanos Marx, en una película titulada Una noche en la ópera, en la escena antes de firmar del contrato, el actor lee: que la parte contratante de primera parte es la parte contratante de la segunda parte al tiempo y la iba rompiendo, etc.
Como en los casos de Zapatero que nos quedamos sin saber cuál era esa parte contratante y la importancia que tenía. Pienso que la parafernalia que se montaron al parecer no será suficiente para el relanzamiento, pienso que no es por ahí por dónde hemos de ir, del proyecto socialista, ni tampoco el cambio de estilo de sus mítines.
Un formato más propio de una gala televisiva e interactiva, son el camino para salir de esta crisis galopante, los problemas son algo más serios.
Todo eso para inaugurar un nuevo sistema económico, pero yo, como muchos otros, me pregunto: ¿Qué es la economía sostenible?
Pedro J. Piqueras Ibáñez