Lamentablemente en Cataluña son cada vez más los comercios con letreros en castellano("carnicería", "frutería", "panadería") que son multados por el Gobierno catalán.
Esta práctica constituye un despropósito y un atentado contra la libertad lingüística de los ciudadanos. Mi experiencia propia es que lo más importante en caso de multa lingüística es asesorarse en asociaciones no nacionalistas de Cataluña como Convivencia Cívica Catalana o Asociación por la Tolerancia.
Por una parte, estas organizaciones ofrecen gratuitamente información sobre trámites y plazos a tener en cuenta y además ayudan a los comerciantes afectados a organizarse. Es importante que en Cataluña los ciudadanos no pasemos por el aro de estas lamentables imposiciones y sepamos defender nuestra libertad lingüística.
Pilar González Gutiérrez
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