Rosita la estupenda, es decir, doña Rosa Díez, de UPyD , ha logrado otro éxito: Rodrigo Rato, y todo su equipo de consejeros de Bankia, ha sido imputado porque su señoría, Franco Andreu, considera que Bankia pudo desestabilizar el sistema financiero".
No tengo ni idea de lo que entiende el juez por "desestabilizar el sistema financiero" y no creo que él lo sepa tampoco.
Pero si por desestabilizar la banca entendemos el ataque de los especuladores contra la cotización de Bankia, le recuerdo que ese no llegó con Rato sino, precisamente, cuando Rato se marchó, empujado a la dimisión por el Gobierno Rajoy quien se negaba a ayudar a Bankia mientras su ex vicepresidente no se marchara.
Así que entre una demagoga como Rosita la estupenda y un juez jugando con conceptos que no comprende, ya tenemos montada el espectáculo, y sobre todo, la ganas de venganza que forman parte del entramado hispano.
Dos cositas: a Bankia nunca se le debió ayudar. Se debió salvar a los depositantes –y se podía haber hecho con los activos del propio banco- y dejar caer a los inversores. Esa es la única forma de afrontar una crisis bancaria: que cada palo aguante su vela.
En segundo lugar: a Rodrigo Rato lo que hay que reprocharle, y es grave pero no delictivo, es su empeño -llevado por su ambición- en una tarea imposible: fusionar siete cajas de ahorros y crear el tercer banco del país, de la noche a la mañana.
Pero fíjense: lo hizo sin apoyos de dinero público, con créditos al 7,75%. Los inversores que entraron lo hicieron porque les vino en gana.
La pregunta sigue siendo: ¿Por qué se juzga a Rodrigo Rato? ¿Por ambicioso? Vale, pero, ¿no habíamos quedado en que los jueces no condenaban vicios sino delitos?
Eulogio López
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