Cuando el Estado se mezcla en cuestiones familiares, algunos sienten una cierta de turbación y recelo, ya que colocan el hogar como el gran santuario de la intimidad personal.

 

Pero hay lugares con una extensa tradición de ayudas familiares, como Francia, que favorecen a que el país esté a la cabeza de la natalidad europea, según un informe del Instituto Francés de la Opinión Pública (IFOP).

Ante el creciente número de divorcios, con la consiguiente huella en las vidas de los hijos y de la sociedad en general, los políticos galos se ven obligados a favorecer la estabilidad matrimonial. Los dos partidos principales de Francia están de acuerdo en los objetivos, pero difieren en las soluciones. Según el INSEE (instituto estadístico), las familias monoparentales, con un alto porcentaje de madres solteras, son ya el 19%, y con una tasa de indigencia que se alza al 46,2%, frente al 7% para el resto de los ciudadanos franceses. 

Para la duración del casamiento lo más importante son la revalorización de la institución matrimonial, la implantación de beneficios fiscales para los nuevos desposados, el impulso de una política de ayuda a las uniones conyugales estables, la creación de cursillos prematrimoniales para ayudar a la edificación de una convivencia, que dure en el tiempo.

Un nuevo sondeo, realizado por IFOP para el rotativo La Croix, manifiesta que el 77% de los entrevistados, jóvenes entre 25 y 34 años, "desea construir una sola familia en su vida, permaneciendo con la misma persona".

Entre las medidas que ayudarían a fortalecer la institución matrimonial, se mencionan: un cambio global de las mentalidades (33%), una ayuda externa para la solución de sus problemas (28%), ayudas en materia de vivienda y conciliación del trabajo y de la familia (25%), servicios efectivos para la educación de los hijos (17%), revaloración de la institución matrimonial (15%) y que los medios de comunicación den una imagen de felicidad en la vida familiar (12%).

En resumen, se advierte un criterio, por aclamación, acerca de la ventaja que supone para la sociedad la estabilidad de los matrimonios. La cuestión está en cómo mejorar las diversas ayudas para conseguir que la familia dure en el tiempo, superando los obstáculos de la propia convivencia.

Clemente Ferrer

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