Desde hace unos años, el cine argentino es un ejemplo de cómo hacer buenas películas con poco presupuesto. El género en el que mejor se mueven es en la comedia, normalmente elegante en forma y fondo.¿Quién dice que es fácil? Contradice lo anteriormente enunciado. Se trata de una película donde abunda la grosería y cuyo humor reposa en situaciones sexuales de dudoso gusto. Vamos, para olvidar.

Del director de este desafortunado largometraje, Juan Taratuto, ya habíamos contemplado con agrado en España No sos vos, soy yo, una simpática comedia que fue en su país natal, Argentina, el film más taquillero hace un par de años.
Quizás para repetir aquel éxito, Taratuto ha contado con su mismo protagonista, el actor Diego Peretti, al que también vimos en la divertidísima Tiempo de valientes. Pero el personaje asignado en esta ocasión, el solitario y metódico dueño de un lavadero de coches que se enamora de su inquilina hippie (que espera un hijo no sabe de quién), resulta tan poco simpático y encomiable como la historia que se nos cuenta.

Lo dicho, antes de ir al cine a ver una película argentina, documéntense, Porque parece que, en aras del éxito comercial en España, están apostando por argumentos "políticamente correctos". ¡Qué peligro!

Para: Los que les guste el humor grosero