Sr. Director:
Muchas veces he considerado que si a mí me hubiera juzgado un Jurado popular, me hubiera absuelto.

 

Siempre se dice que ¿quién juzga a los jueces? En los debates previos a la aprobación en 1995 de la Ley del Jurado, se quería precisamente que los delitos de prevaricación y demás específicos de los jueces fueran enjuiciados por el Tribunal del Jurado. Al final eso no prosperó. ¡¡¡Qué pena¡¡¡

Fernando Ferrín Calamita