El presente, el hoy y el ahora son situaciones que habría que mimar.
Si buscamos el bienestar y los avances que la ciencia pone al servicio del hombre, así, sólo así, se mantiene el equilibrio de la sensatez, que aplicada a esa capacidad que proviene de los talentos recibidos, saldrá el fruto esperado.
De ahí el afán de vivir un presente con futuro que irradie estela de orientación para hacer una convivencia sin enfrentamiento y buscar el bien común.
Hay muchos boom lanzados por ahí: la ley del aborto, la falta de disciplina, la carencia de educación, la poca estima de la intimidad de las personas, etc, y si esto no se corrige, trascenderá, como de hecho está ocurriendo, sin límites.
¿Qué futuro estamos creando?
Si no cortamos las alas de tanta imposición (sí, imposición, que es lo que más suena en el oído de cada uno), se nos terminará arrinconando y se estará creando un estilo de vida dirigida a no luchar. Y así, sin valores, no hay futuro.
Habría quizás una solución, rectificar, que aún estamos a tiempo.
Inés Robledo Aguirre