Ahora que el PSOE habla de reducir el impuesto de Sociedades (en la sede central del Partido se dice que es una idea tan buena, que seguramente se le ha ocurrido a alguien del Partido Popular), conviene pasar del fuero al huevo, y ver cómo se aplica el impuesto en la práctica.
El Gobierno actual del Partido Popular no ha creído conveniente, ni mucho menos, reducir el impuesto sobre el beneficio empresarial (35%), salvo para las pymes y en determinadas condiciones, donde se ha reducido al 30%. Pues bien, sólo las pymes pagan el máximo, el 35% de sus ganancias. Las grandes empresas y los grandes bancos, bien pertrechado de equipos jurídicos y fiscales, se las arreglan para pagar menos, bastante menos. Dos ejemplos: el SCH dedicó al Impuesto de Sociedades menos del 19% de su beneficio bruto, mientras que el BBVA pagaba un 24% de su beneficio antes de impuestos. ¿Cómo lo consiguen?