• Aprueba el aborto terapéutico y por violación y defiende la 'diversidad' en el tema del matrimonio entre homosexuales, según explicó en un debate electoral.
  • Nada más ganar las elecciones, Correa ya ha amenazado a los medios de comunicación con una ley mordaza.
  • En lo económico y lo social ha conseguido logros como reducir la pobreza un 27%, sistemas de inclusión social para los disminuidos físicos y psíquicos o aumento del salario mínimo.
  • Pero, además de respetar la libertad y los derechos fundamentales, tiene otros retos, como  el aumento de la delincuencia, la corrupción y la mejora de la Sanidad.
Rafael Correa (en la imagen) ha ganado las elecciones presidenciales en Ecuador. Elegido en 2006 por primera vez, con este nuevo triunfo gobernará hasta 2017, fecha en la que anunció que se retirará, cosa que habrá que ver, porque el poder le gusta más que los caramelos a los niños.

El Consejo Nacional Electoral de Ecuador confirmó esta madrugada los sondeos: Correa, candidato por el movimiento Alianza País, consiguió el 56,9% de los votos. A continuación se sitúan el ex banquero Guillermo Lasso, con el 23,7% y el aspirante del Partido Sociedad Patriótica, Lucio Gutiérrez con el 6,07%. En total 11,6 millones de ecuatorianos estuvieron llamados a votar, de los cuales cerca de 286.000 residen en el exterior, casi la mitad en España. En Madrid centenares de votantes se quedaron sin poder ejercer el derecho a voto y otros tuvieron que esperar varias horas para poder votar en una fila de cerca de dos kilómetros, según la Policía.
 
Y nada más confirmarse su victoria, Correa ya amenazaba a los medios de comunicación, al declarar que una de las grandes derrotadas "fue la prensa mercantilista, que tomó partido en esta campaña de manera descarada". El presidente criticó en todas sus intervenciones a los grandes medios privados, a los que acusa de mentir en función de sus intereses empresariales. El mandatario dijo anoche que el pueblo ecuatoriano le ha dado "una oportunidad única e histórica" para cambiar el país y adelantó que impulsará un proyecto de ley de comunicación en la Asamblea Nacional para regular los "excesos" de la prensa. O sea, más poder autoritario para el ya de por sí autoritario y despótico Correa, empeñado en controlar también al poder judicial y los organismos electorales.

Respecto a los principios no negociables -vida, familia, libertad de enseñanza y bien común- establecidos por el Papa Benedicto XVI y que un católico debe tener en cuenta para votar, Correa ya manifestó en julio de 2012 que vetaría cualquier artículo sobre el aborto que vaya mas allá de lo que ya existe en el Código Penal ecuatoriano, es decir, para evitar un peligro para la vida o salud de la madre, y si este peligro no puede ser evitado por otros medios o si el embarazo es consecuencia de una violación. O sea, que Correa apoya el aborto en esos dos casos, porque pudiéndolo haber reformado para eliminarlo, no lo ha hecho.

Y en los últimos debates electorales, según recogió El Nuevo Herald, Rafael Correa, Alberto Acosta y Norman Wray defendieron el aborto terapéutico y en ciertos casos de violación; y estos tres también defendieron las libertades y la diversidad en el tema del matrimonio entre homosexuales.

En la economía, por ejemplo, según algunos, el presidente ecuatoriano lo lleva haciendo muy bien desde que llegó al poder. Esta mañana, en TVE, la embajadora de Ecuador en España, Aminta Buenaño, señalaba que "Correa ha rescatado de la pobreza a un millón de ecuatorianos". Y que "después de vivir 12 años en el abismo el Gobierno de Correa nos dio estabilidad".

Parece que el actual mandatario ecuatoriano ha conseguido algunos logros en materia económica, como que disminuya la pobreza en un 27% desde 2006, la construcción de miles de kilómetros de carretera, la inauguración de un aeropuerto que comenzará a operar la semana próxima en Quito, sistemas de inclusión social para los disminuidos físicos y psíquicos, aumento del salario mínimo…, según El País.

Pero Correa, además de respetar la libertad, la ley natural y los derechos fundamentales, tiene otros retos, como  el aumento de la delincuencia, la corrupción y la Sanidad.

Andrés Velázquez
andres@hispanidad.com