Zapatero se sigue refugiando en la crisis internacional Zapatero señaló que el termómetro de su política económica es el empleo. Pues bien, según ese termómetro, debe hacer mucho frío. En la sesión de control de este miércoles, el líder de la oposición, Mariano Rajoy, se ha dedicado a poner los puntos sobre las íes y a hacer sangre con las cifras del paro. Veamos algunos datos: El crecimiento interanual en marzo de 2008 era del 2,7%; en el cuatro trimestre del 2008, la economía retrocedió un 0,7%. El paro hace un año se situaba en los 2,3 millones de personas; hoy está en los 3,4. Mucho. 1,1 millones más, sin tener en cuenta el tippex Caldera, que nos colocaría rozando los 4 millones, recuerda Pujalte.
España tiene el doble de paro que la media de la UE, el diferencial con el bono alemán ha pasado de los 32 puntos básicos de hace un año a los 105 actuales, las agencias de rating han rebajado la calificación de la deuda y la confianza del consumidor ha caído un 50%. Nos está poniendo Ud. En una situación límite, argumenta Rajoy que exige reformas estructurales, liderazgo y una remodelación del equipo económico y de la mitad de su gabinete.
Zapatero no se inmuta. Sigue apelando a los problemas que hay fuera. Una estrategia que irrita a los populares que señalan con el índice sobre el suelo al tiempo que gritan aquí, aquí. Por lo demás, el presidente se muestra muy satisfecho por la labor realizada. A saber: la subasta de compra de activos y el apoyo a través del ICO a empresas, familias y autónomos. Según los datos de Zapatero ya se han ayudado a 56.000 empresas con 2.000 millones de euros. Además, Zapatero confía en que el fondo de inversión municipal produzca efectos positivos en las próximas semanas y que los 4.000 millones de euros destinados al plan del automóvil también produzcan efectos en las próximas semanas. Ya saben: marzo-abril. Pero ya no cuela. La confianza ciudadana en el Gobierno se encuentra por los suelos.