Tras sus reuniones de ayer con los agentes sociales, el futuro presidente del Gobierno, Mariano Rajoy -que, aunque callado porque no ha sido investido presidente, ya está trabajando- recibía hoy a los barones regionales de su partido, es decir, a los presidentes autonómicos del PP. Según la prensa, su idea es insistirles en la necesidad de cumplir los objetivos de déficit y, por tanto, de mantener las políticas de contención del gasto. Eso sí, con flexibilidad.
Por ejemplo, esta mañana, en TVE, el coordinador de Política Autonómica y Local del PP, Juan Manuel Moreno, anunciaba que Rajoy tiene previsto ampliar "en torno a diez años" (desde los cinco previstos) el plazo para la devolución de la deuda -23.000 millones de euros- que las Comunidades Autónomas mantienen con el Estado por los adelantos que éste les hizo en 2008 y 2009, tal y como solicitaron en julio ante el Consejo de Política Fiscal y Financiera. La idea es, según ha explicado, "intentar flexibilizar al máximo toda la situación financiera que tienen las Administraciones Públicas, tanto las autonómicas como las locales, para evitar un colapso". Porque "hay un problema de Tesorería por parte de las Comunidades Autónomas. Un problema brutal. Las Autonomías ahora mismo no tienen tesorería y por tanto hay que facilitarles esa tesorería sin que se endeuden un euro más".
Por otra parte, según publicaba esta mañana La Razón, y en relación a los nuevos ajustes de gasto, Rajoy prepara un catálogo de servicios públicos que será como una especie de mínimo común para evitar la desigualdad territorial entre ciudadanos y en el que, por ejemplo, barajan fijar la ratio máxima de alumno por clase o el tope de días en las listas de espera sanitaria. Incluso podrían regular la carga de trabajo y el currículum docente.
Andrés Velázquez
andres@hispanidad.com