• En la esfera pública quedarían canales de servicio público, especialmente de informativos.
  • Proceso calcado del francés (privatización de TF1) y primer cometido del nuevo presidente de RTVE. 
  • Y, de paso, privatizar todas las autonómicas. Martín Marín y Pedro Pérez ya planean hacerse con Telemadrid. 
  • La obsesión de Rubalcaba por utilizar los servicios informativos como instrumento de propaganda socialista ha precipitado un cambio más profundo.
  • Eso sí, el proyecto se presenta complicado, sobre todo para presentarlo el viernes.

La situación política viene marcada por el medio informativo con más influencia electoral: la radiotelevisión pública RTVE. Con unos servicios informativos controlados por Alfredo Pérez Rubalcaba, los socialistas, tras su varapalo electoral, han convertido a la empresa pública en su mejor ariete político. Rajoy ha intentado un pacto con Rubalcaba -en otras palabras, repartirse la influencia en RTVE- pero el líder socialista no tenía prisa en modificar una situación que le convenía. Por tanto, Rajoy ha tirado por la calle de en medio. En otras palabras, ha decidido seguir el modelo francés: privatizar lo privatizable, el canal más visto, el primer canal, que pelea por la primacía en audiencia con Tele 5. De esta forma RTVE se quedaría, es verdad, como servicio público, dedicado preferentemente a la información. Tanto la 2 como el Canal 24 Horas responden a esa nueva TV pública-servicio público.

Ahora bien, las instrucciones de Rajoy no son fáciles de cumplir. En primer lugar hay que encontrar comprador. TVE 1 puede tener novios, pero no cualquier novio. Además, volvería a contar con publicidad, algo que no gusta a las privadas, especialmente al duopolio que forman Tele 5 y A3 TV, es decir, Silvio Berlusconi y José Manuel Lara: podría resultar un muy duro competidor. Y, naturalmente, otro enemigo será la propia plantilla de RTVE.

Además, el plan de Mariano Rajoy va más allá: se trata de privatizar, no sólo la 1 de RTVE sino todos los canales autonómicos. Aquellas comunidades autónomas que pretendan mantener sus canales públicos tendrán que buscar dinero para sufragarlos porque los límites los marca ahora el Gobierno central.

No obstante, el antiguo secretario de Estado de Comunicación, Pedro Antonio Martín Marín y el presidente de la patronal de productores cinematográficos, Pedro Pérez, ya apuestan con hacerse con Telemadrid.

En cualquier caso, las preguntas son muchas: por ejemplo, ¿qué parte de la plantilla se privatizaría, cuántos canales, qué hacer con Radio Nacional de España? ¿Se centraría en posibles compradores españoles como empresa estratégica que es? Demasiado para el viernes.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com