Previamente se fundió en un sonoro abrazo con el candidato, frente a las cámaras

Mucho morbo en la mañana de este lunes por la presencia de Rato en la conferencia de Pizarro ante la Cámara de Comercio de Madrid. El programa contemplaba media hora para un café con besos, abrazos y fotos. Muchas fotos. Y ahí estaba Rodrigo Rato dejándose querer. Abrazos por un lado y otro. Cachetes en la cara. Llega el turno de Pizarro. Se acerca y extiende la mano. Pero en ese momento, Rato se gira para dejar el café que tenía en la mano. D. Manuel, un pelín cortado con la mano congelada. Entonces Rato se acerca y le ofrece un sonoro abrazo. Flashes funcionando a toda velocidad.

Galería. Porque resulta que ‘Erre que erre' abandonó la sala antes de que el encuentro con Pizarro terminara. Muy feo. Incluso alguien lo dijo en público por si los asistentes no se habían dado cuenta. Pizarro quiere ser Rato y Rato quiere seguir siendo Rato, sólo que Rajoy no le ha abierto la puerta. Es la única explicación de semejante gesto tan poco elegante. Sobre todo después del abrazo con palmadita en la espalda de rigor.